De aquella milagrosa temporada 2011-2012 que vivió el Athletic, dirigido por Marcelo Bielsa, todos hablaban de Javi Martínez, Fernando Llorente, Ander Herrera o Iker Muniain. A mí me llamó la atención el enorme salto de calidad que dieron Ander Iturraspe y Óscar de Marcos. Tras perder las finales de Copa y Europa League el equipo cayó en una depresión física y, sobre todo, mental víctima de la enorme exigencia del entrenador argentino. En aquella gris temporada 2012-2013, hubo un jugador, a mi juicio, que no sufrió esta crisis: el canterano del Alavés que hoy nos ocupa.
Con Ernesto Valverde, que está primando a los jugadores de derroche físico, se ha ganado la titularidad tras varios partidos como <<revulsivo>>. He de decir que me encanta este futbolista total.
Aparece por todos lados, se desmarca con frecuencia, conduce largas contras y aprovecha los huecos que le abre su delantero centro cuando logra arrastrar a los centrales. De Marcos es el comodín perfecto. Lateral, extremo, interior o media punta... ¿Os suena?.
Dicen que estos jugadores, muy al estilo de Luis Enrique o mi paisano Amavisca, dependen mucho de su condición física ya que andan justos de talento. Lo cierto y verdad es que a este alavés nunca le ha fallado. Y en cuanto al talento, mas que justito, yo lo calificaría de <<más que suficiente>>.
Le basta para dar un rendimiento excelente en diferentes posiciones. Para exquisiteces ya están otros. Y creo firmemente que tiene margen de mejora. Valverde es un buen entrenador y puede enseñarle muchas cosas y pulir, en lo posible, algunos defectos que se le achacan, como un exceso de anarquía.
Me gustaría que la labor de Óscar de Marcos fuera más apreciada, pues le reporta a los Leones de Vizcaya un buen número de goles cada temporada, carácter competitivo, brega y varios intangibles más. Yo ya he puesto mi granito de arena con este artículo. Yo lo querría en mi equipo.
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