No puede negarse que este holandés de Groningen es un corredor sufrido. Todos le recordamos acabando el Tour de Francia de 2011 con la nariz y la cabeza vendadas tras una brutal caída en el descenso del Col d'Agnes en la 14ª etapa. Ya el año anterior había sufrido otro grve percance en la Vuelta Andalucía. Concretamente traumatismo cráneo-encefálico.
A pesar de estar condenado a un papel secundario en el Rabobank (ahora Blanco pro cycling Team), siempre al servicio de los Gesink, Mollema o nuestro Luisle, él siempre se consideró un ciclista de los buenos, a tenor de sus declaraciones. Ínfulas de grandeza.
Y es que con los años fue desarrollando una enorme capacidad para asumir grandes esfuerzos pe rmitiendo al espigado escalador holandés afrontar dos Grandes Vueltas cada año y un calendario cada vez más amplio. Un trabajador incansable para sus líderes.
Pero he aquí que el entonces Rabobank naufragó en el Tour de 2012. Gesink y Mollema abandonaron y él, sin presión y sin trabajo extra, finalizó 28º. Le esperaba la Vuelta a España con sus dos líderes dispuestos a resarcirse del revés sufrido. Pronto se vio que Mollema no estaba para la general. Como gregario de Gesink acabó 8º. Al final iba a tener razón el bueno de Laurens y estaba pidiendo a gritos una oportunidad de tener por fín a un equipo laborando en pos de sus intereseses.
A principios de 2013 él insistía en postularse como líder del Blanco para la gran ronda española. Y el destino ha vuelto a brindarle la ocasión de demostrar su valía. Bauke Mollema, en principio cabeza visible de su equipo para la Vuelta al País Vasco (que comienza hoy) ha causado baja a última hora por enfermedad. Vaya por delante que 6 díasrepletos de las cortas y explosivas cuestas de Euskadi no son lo que el médico le recetaría a un ten Dam cuyo rendimiento crece en subidas largas y en rondas de 3 semanas, pero los galones hay que ganárselos donde cuadre.
Todo parece indicar, no obstante, que algo ha cambiado en la dinámica profesional de Laurens ten Dam, que puede ver retribuido su ímprobo sacrificio de tantos años con un mayor protagonismo en su escuadra O un jugoso contrato en el futuro cercano fuera de él.
Nos leemos en unos días. Saludos.
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